Una semana duró en el cargo Ander Garitano. La semana pasada anunció su dimisión irrevocable aludiendo a motivos personales ("que no se sentía con ánimos y fuerzas para seguir"). En su lugar vino Javier Irureta, con la intención de quedarse al menos hasta final de temporada. No pudo estrenarse con victoria pero casi.
Primera parte muy mala del equipo maño en la que el Racing podría habernos dado la puntilla. Pero no lo hizo. Y eso que a los 3 minutos de juego ya ganaba gracias al gol de Iván Bolado, un tiro imarable para César que se coló por la escuadra por el palo corto. Claro que la defensa no le dcbió de permitir entrar en el área y tirar con esa facilidad.
Logramos empatar en la segunda con gol como no de Diegol en el minuto 60 en el rechace de una falta envenenada lanzada por Luccin. En el 83 y aunque no nos lo creyeramos nos poníamos por delante en el marcador gracias a una salida en falso de Coltorti y la picardía de Celades.
Pero era demasiado bueno para creerlo, y de nuevo tras el saque de un corner y una jugada de estrategia, el Tchité conseguía el empate en el descuento y dejaba a los jugadores zaragocistas con caras de "bobos". La victoria se nos volvía a escapar de las manos.
A propósito de esta semana, más que el cambio de entrenador me ha desconcertado oír que el club quiere vender a Diego Milito al terminar la temporada por problemas económicos.
Esto me suena a la época Solans. Ya estamos en las mismas. Y no aprenden.
Yo lo tengo claro, si lo malvenden por cuatro duros este verano sólo para hacer caja los nuevos diregentes del Zaragoza habrán perdido toda mi confianza, y estoy seguro que la Romareda no perdonará la marcha del jugador insignia de este equipo.
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