Así es. Aunque parezca una broma de mal gusto este fue el resultado que cosechó el equipo zaragocista en el Sánchez Pizjuán. Y pudieron haber superado la docena de goles si el equipo sevillista llega a estar más acertado.
Personalmente como aficionado sentí vergüenza y pena de lo visto el sábado por la noche. Más aún si pensamos que era un partido televisado para toda España en abierto y lo pudo ver todo el mundo.
El Sevilla fue superior en todo al Zaragoza: en juego, en agresividad, en intensidad, controló todas las zonas del campo de principio a fin, pegada... A decir verdad el Zaragoza no dio señales de vida en todo el encuentro. Me atrevería a decir que si el Sevilla hubiese jugado sin portero tampoco hubieramos marcado en toda la noche. Únicamente recuerdo un tiro a las nubes de Zapater al borde del área.
Para colmo de las desgracias se lesionó Sergio Fernández y Diogo vio la tarjeta roja directa. Pudimos ver el estado de forma de algunos jugadores que están en horas muy bajas, como Pavón (¿para que lo fichamos?) o Zapater (está irreconocible). En general todo el equipo estuvo nefasto.
Irureta tendrá que plantear algunos cambios (por ejemplo contar de una vez con Matuzalem y Generelo) si no quiere perder aún más crédito. El Zaragoza está a dos puntos del descenso y el equipo está mucho peor que con Víctor Fernández.
Los tantos fueron de Luis Fabiano por partida doble y de Ayala en propia puerta (el colmo de las desgracias) en la primera parte, y de Diogo (también en propia puerta) y Keita.
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